Joyce

Avec mes mains j'ai pris sa vie, puis j'ai déchiré la mienne

(Con mis manos tomé su vida, después desgarré la mía)

Francia, 1493...

En una pequeña ciudad al sur del país, llegaba un barco con un polizón a bordo. Joyce, o así era como recordaba llamarse, bajó a hurtadillas para perderse en mitad de la noche entre los barriles y las cajas que había por el puerto.Poco después, ese mismo niño, era llevado ante una chica de apariencia refinada. Su padre, el alcalde de la ciudad, había contratado a un guardaespaldas para que cuidara de su hija.¿Era esta la verdadera razón por la cual Joyce había llegado a Francia desde un lugar tan lejano como Japón, su país natal? Realmente nunca lo supo, tenía apenas 10 años cuando sobrevivió a tal viaje, pero lo que sí sabía era que tenía un arte innato para luchar y, poco a poco, despertó en él unas ansias de matar irrefrenables.
Con semejantes cualidades no fue de extrañar que acabase en aquel puesto.
La hija del alcalde creció sana y salva, pero no fue lo mismo para el hombre.
Una noche unos ladrones decidieron que era buena idea robar a la familia más rica de la ciudad. Al amanecer del día siguiente, no se habían llevado ni una sola de las numerosas joyas que había en la casa, pero sí que habían tomado la vida del señor.
Los años pasaron y gracias a la astucia de la mujer, y a la habilidad de su guardaespaldas, poco tardó la chica en hacerse con todo el control de la ciudad de una manera autoritaria, incluso mayor que la de su padre.
Era imaginable que, entre baile y baile, reuniones públicas y fiestas privadas, pretendientes intentaran engatusar a tan bella dama para hacerse con su corazón y su riqueza.
Unos años más tarde, cuando Joyce tenía dieciséis, el caballero elegido se mudó al château de la familia Thierry. Pero lo que nadie esperaba era que aquel hombre decidiera pasar sus noches con otra persona bastante diferente.
Joyce se convirtió en amante del esposo de la mujer que había jurado proteger. Pero el amor es así, ¿cierto? El amor te hace cambiar tu objetivo en la vida, te hace ver las cosas de otra manera, incluso te vuelve ciego. Si no, ¿por qué Joyce no pensó ni por un momento que un hombre diez años mayor que él podría estar simplemente jugando con su corazón por el morbo de ser descubierto?
Pero aún si el nuevo señor Thierry solo quería entretenerse con aquella historia de los amantes, no le pareció mala idea el trazar un plan secreto con su "alma gemela".
La mujer, para nada estúpida, había descubierto meses atrás la aventura que su marido mantenía con su guardia. ¿Cómo podía vengarse de los dos traidores al mismo tiempo? Arruinando su plan maestro.
La señora Thierry se enteró sin dificultad de que aquellos dos hombres planeaban asesinarla. No es que fueran muy disimulados, la verdad. Quizás el señor Thierry lo hacía a propósito, pero nunca podremos saberlo.
Así fue como una noche, la noche en la que su vida iba a ser robada, la mujer se encontraba en su alcoba discutiendo una vez más con su pareja. Entonces jugó sus cartas."No puedes hacerme esto... Porque estoy embarazada". Aquellas simples palabras dieron a la situación un giro de ciento ochenta grados. El hombre, presa de la conmoción, vio brillar la hoja de la daga que Joyce portaba tras las cortinas y, en un impulso por salvar lo que realmente iba a importar en su vida, tomó a la mujer y cambió de posiciones con ella.El movimiento fue rápido, tan rápido como la daga del guardespaldas, y por ello Joyce solo pudo contemplar como su amante caía al suelo a la vez que su vida se desvanecía con su último aliento.
La mujer era la única que sonreía en aquella habitación. El joven extranjero había tomado la vida de la persona que amaba con sus propias manos, sin saberlo y sin poder evitarlo. Su mirada se alzó, sus ojos dorados brillando con luz propia por la rabia y la tristeza, y como una bestia se avalanzó hacia la mujer y le clavó la daga en la barriga, tantas veces que su interior quedó expuesto y tirado en el suelo junto a la sangre.
Luego, Joyce se arrodilló junto al cuerpo del señor, acariciando sus mejillas y pintándolas de rojo. Quizás, si hubiera sabido que aquel hombre no le quería, si hubiera sabido que solo estaba jugando con él y que solo le divertía tener una compañía diferente en las noches sin dormir, nada de aquello hubiera pasado.Pero Joyce, en su inocencia, tomó aquella misma daga para, con lágrimas en los ojos, clavarla en su propio corazón.Al amanecer del día siguiente, la tragedia de los Thierry llegó hasta el último rincón de Francia.

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— ¿Realmente, esa es mi historia? —preguntó el joven de plateados cabellos, mientras agarraba sus piernas y contemplaba el mar sereno desde la proa de aquel barco vacío.— Así es. —le respondió una mujer, sentada en una de las barandillas, la cual le había relatado la historia de su propia vida.Joyce no sabía donde se encontraba. Únicamente sentía un dolor muy fuerte en su pecho y como pequeños fragmentos de su memoria iban tomando forma gracias a las palabras de la pelirroja.
Sin embargo, aquel ambiente le producía calma y en silencio permaneció hasta que la mujer decidió que era momento de seguir la explicación.
El mar ante él desapareció dando lugar a un despacho bastante común.
— ¿Es esto el cielo? —preguntó Joyce, levantándose del, ahora, suelo para posicionarse en pie frente a la mesa. Las costumbres de servidumbre seguían más presente en él de lo que podría pensarse.
— No. Estás en Cloudy Hollow y yo soy Miranda, tu nueva jefa. —la mujer sonrió y empezó a buscar entre los libros que se encontraban en el escritorio.
 
 
Joyce no sería el primero ni el último en llegar a ese lugar.
Cloudy Hollow era una asociación que se encargaba de impedir las tragedias desencadenantes del fin del mundo. Creada desde antes de la existencia de los humanos, sus miembros suelen ser seres que en su vida provocaron alguna de esas tragedias, en menor o mayor medida. Su base es inexacta, así como el creador de la organización, y sus trabajos no solo se realizan en la Tierra sino que engloban otros mundos distintos.
 
El joven francés parecía destinado a este trabajo. Si bien su actitud inicial, sobretodo al recordar su vida, había sido sumamente desastrosa, causando el caos dentro de la propia organización, rebelándose o asesinando a más de las personas necesarias para su misión, poco a poco Joyce se había ido calmando.
Para él fue duro asimilar que todo en lo que había creído había sido mentira. No quería aceptar que el dolor que había sentido fue en vano y que sus acciones pudieron haber sido bien distintas si no hubiera estado tan cegado.
Pero el pasado era pasado y ahora no podía hacer nada, así que el joven de hebras plateadas acabó aceptando su destino y se centró de manera correcta.
Cuando llegó este punto, Miranda no pudo sino alabar continuamente su trabajo. Sus dotes innatas en la lucha y su inteligencia, puestas en buen uso y junto a los poderes que poco a poco había ido desarrollando, consiguieron colocarle como el mejor de la asociación. Casi todos conocían su labor y no era de extrañar que fueran a Joyce para pedir su consejo o ayuda. Además, con su personalidad oscura y vengativa dejada atrás, se convirtió, más de una vez, en el mentor para los recién llegados.Así fue como al fin el joven francés pudo volver a sonreír con verdadera felicidad.

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Ethisias, 1552...

Casi cien años de trabajo no habían supuesto mayor dificultad para Joyce, pero la tragedia de Ethisias marcó un antes y un después en su muerte.
 
 
En aquella ocasión, su trabajo no era muy distinto al habitual. Habían localizado a un muchacho que sería causante de una tragedia. Joyce debía acabar con él antes de que aquello ocurriese.
Infiltrado en el castillo de la familia Gallagher, Joyce decidió hacerse pasar por guardia desde un año antes a la supuesta tragedia. ¿Por qué tan pronto? A veces ayudaba ir con tiempo pues podía haber imprevistos que, si se veían con detalle, eran evitables. Pero en esta ocasión, quizás, solo quizás, el propio Joyce había elegido adelantarse.
El príncipe Benjamin era tal y como los documentos lo describían y desde el primer contacto Joyce sintió una tranquilidad que hacía tiempo nada le provocaba.
Los días iban pasando en aquel reino del que no debía formar parte, pero el de hebras plateadas no podía evitarlo. En más de una ocasión se escaqueaba para pasar más tiempo del debido junto Benjamin.
Joyce comenzó a disfrutar en compañía del príncipe e inició una cercanía que no estaba permitida.
El guardia veía en Benjamin una inocencia y amabilidad admirables. Estaba rodeado por la guerra y la lucha, y sin embargo trataba con cariño a todos los trabajadores del lugar, hablaba con sus hermanos con calma y expresaba su deseo de paz aún si nada podía hacer para conseguirlo.Sin quererlo, Joyce acabó enamorándose de aquel al que debía matar."Que agradable broma del destino" pensaba, dándose cuenta de como volvía a caer en las redes del amor sin poder, ni querer, evitarlo.
 
 
En más de una ocasión, al volver a Cloudy Hollow, el joven seguía trabajando para indagar y buscar una manera de poder evitar la tragedia sin tener que asesinar. Extraño proviniendo de él, pero aquella nueva meta fue la que hizo que en Joyce naciera de nuevo un sentimiento que había dejado enterrado mucho tiempo atrás.
El problema llegó unos mese después, con la aparición de Lukas.
Los trabajadores de Cloudy Hollow tenían un límite y Joyce no podía simplemente contarle a Benjamin que aquel era un traidor del reino enemigo.
Por ello, dedicó todo el tiempo que pudo a advertirle del posible peligro, de las malas vibraciones que el otro joven le provocaba. Pero aquello parecía morir en los oídos de Ben, y al guardia solo le quedó observar como poco a poco la historia se iba acercando a su fin.
El día de la tragedia Joyce tomó una decisión equivocada.
En lugar de matar a Benjamin, como tenía ordenado, con la esperanza de llegar a tiempo marchó a la sede de la organización para suplicar de rodillas que no le obligaran a hacerlo, que le dejasen matar al otro muchacho o simplemente detener a Benjamin de acudir a lo que sería la peor emboscada.
Pero Miranda era estricta, las leyes de aquel lugar lo eran, y Joyce bien lo sabía.
Para cuando se quiso dar cuenta de que aquello era en vano, volvió lo más pronto que pudo al reino de Ethisias, para encontrarse con la terrible escena de la masacre que el reino de Libycea había llevado a cabo.
Una vez más, Joyce se arrodilló ante el cuerpo muerto de la persona que amaba y, aunque en esta ocasión no había matado con sus propias manos, suplicó y suplicó porque el destino fuese diferente.Lamentablemente, nadie podía escucharlo.

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— ¡Estás en buenas manos! —y en más de un sentido hablaba el muchacho.Ante sí, un chico de rubios cabellos aparecía como un nuevo recluta, un chico que Joyce conocía muy bien.Aún si por dentro quería llorar, al entender que Benjamin había muerto y no había podido hacer nada por evitarlo, a la vez se encontraba feliz por poder tenerlo de nuevo a su lado.Por supuesto, Joyce no tenía permitido revelar que era el mismo guardia que había estado vigilándole por un año, y aunque en un principio Ben parecía haber sospechado de aquello, no le había hecho preguntas relativas al tema. Ahora simplemente eran maestro y aprendiz.
 
 
Junto a aquel chico, Joyce comenzó una nueva etapa.
Al principio fue difícil enseñarle, pero la torpeza del antiguo príncipe era más que justificada teniendo en cuenta como había vivido su corta vida.
Joyce tenía paciencia, pero con él la empleaba más aún. Porque quería y porque le quería.
Benjamin fue aprendiendo poco a poco, desarrollaba sus poderes y cumplía las misiones que se le asignaban en mayor o menor medida, pero siempre consiguiendo el objetivo que le ordenaban.
Joyce le acompañaba como mentor, enseñándole y ayudándole en todo lo que necesitaba, aunque a veces las bromas y travesuras eran inevitables por su parte, y más cuando Benjamin daba pie a ello.
En más de una ocasión eran regañados por Miranda debido a la precipitación de Joyce o a las distracciones del dúo, pero siempre conseguían un resultado satisfactorio para la asociación, por lo que se libraban de castigos más severos.
Lo que sí estaba claro era que Joyce nunca volvería a cometer un error como el de Ethisias, principalmente porque su corazón ya tenía dueño.
 
 
Ahora, aún si han pasado años y ya no están juntos las veinticuatro horas del día, Joyce sigue cumpliendo su promesa de proteger y amar a Benjamin.
Y quizás se confiese algún día, pero no tiene ninguna prisa en ello.

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Datos principales

❧ Nombre: Joyce.
      Joyce Thierry. (en vida)
      Gibel Pierre. (de tapadera)
❧ Edad:  537 años.
     17 años. (apariencia)
❧ Altura: 170 cm.❧ Cumpleaños: 4 de abril.❧ Color de ojos: dorado.❧ Color de cabello: gris plateado.❧ Lunares: dos en la mano izquierda, entre los dedos pulgar e índice.❧ Tatuajes: varias flores sakura en el hombro izquierdo.❧ Pendientes: ninguno.❧ FC: Tsurumaru Kuninaga (Touken Ranbu).

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Apariencia

Desde pequeño, sus ojos dorados han sido lo que más ha destacado en su rostro.
Nariz fina y facciones suaves, características de su raza, Joyce posee además unos labios delgados y una piel pálida.
Suele vestir ropas blancas pues en su vida el color negro y rojo abundaron demasiado. También combina siempre que puede accesorios color dorado para hacer juego con sus ojos.El uniforme que utiliza al trabajar consiste en un kimono blanco, tradicional japonés, atado con un obi gris y por encima su capa Métamorphe, también blanca. Varias cadenas doradas ayudan a sujetarle mejor la ropa para que no acabe demasiado desastrosa a la hora de luchar.
Su fiel Fleur porta en la cintura, y en su espalda hace aparecer un paraguas de papel cuando necesita utilizar su habilidad Tempête de pluie.
De normal, acostumbra a vestir un kimono más sencillo, blanco también, que le facilita la movilidad y comodidad. Aunque también suele ir con pantalones anchos y camisa suelta, o incluso sin camisa los días de más calor.

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Personalidad

La personalidad de Joyce ha sufrido muchos cambios a lo largo de su vida y después de esta.Al principio, el instinto de supervivencia le hizo ser un niño atrevido, agresivo y astuto. Conforme se iba adaptando al trabajo como guardaespaldas también aprendió a ser educado, aunque su violencia solo iba en aumento debido a las "tareas" que la mujer Thierry le encargaba (las cuales mayormente trataban de deshacerse de los posibles enemigos de la familia).Tras la tragedia y su llegada a Cloudy Hollow, al descubrir la verdad sobre su vida, la rabia le consumió y fue un chico rebelde y hostil. Las misiones que realizaba conllevaban muchas pérdidas y más de un desastre.Fue difícil controlarlo, pero gracias a Miranda y a sus compañeros de trabajo, al final abrió los ojos y empezó a comprender la realidad que ahora era su presente. Conforme los años pasaron, el color volvió a la vida de Joyce y acabó convirtiéndose en alguien animado, amable, cercano y divertido. Hoy en día, aunque se toma muy en serio su trabajo, las bromas y travesuras son habituales en su día a día, y tiene una facilidad enorme para coger confianza con los demás.

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Habilidades

⋗ Time clock:Es un transportador ofrecido por la agencia. Todos los trabajadores de Cloudy Hollow lo tienen y sirve para transportarse del cuartel hasta el lugar de la misión, y a la inversa.
Usarlo para viajar al pasado o al futuro supone un severo castigo y, una vez en la Tierra, tampoco puede usarse para desplazarse dentro de esta.
Es además un comunicador para informar a los superiores o recibir órdenes.
 
⋗ Métamorphe:
La capa de su uniforme es mágica. Puede transformarla en alas que, aunque no le sirven para volar como tal, pueden ayudarle a planear si salta desde lugares altos, hacer mayores sus saltos e incluso, a veces, asestar unos cuantos golpes a sus enemigos.

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⋗ Tempête de pluie:Dentro de un área específica, puede crear lluvia e incluso tormenta. Esto le es muy útil para la lucha, pillar desprevenidos a sus enemigos o incluso para huir y hacer perder el rastro a sus perseguidores.
 
⋗ Fleur:
Experto en cuerpo a cuerpo, la espada que porta no es una espada cualquiera.
Está forjada con los minerales más duros de la tierra y bañada en la más brillante plata. Aunque no tiene magia, la habilidad de Joyce hace que se trate de un arma increíble y la mejor compañera que el joven pudiera tener en el campo de batalla.

Extras

⋄ Puede comunicarse con las aves.
⋄ El tatuaje de las flores Sakura recuerda tenerlo desde siempre. Cree que puede ser algo relacionado con su familia biológica, pero nunca lo sabrá.
⋄ Le gusta jugar con los nombres de los demás, si puede encontrar un mote divertido y cariñoso lo hará incluso si aún no hay la suficiente confianza.
⋄ Es alguien cariñoso y de los que aman el contacto físico. Sabe que puede molestar, pero hasta que no le regañen será él mismo.
⋄ Su comida favorita es la tortilla y el arroz. Su bebida favorita es el vino tinto, en especial el de Borgoña, aunque esto no suele decirlo para no crear conflictos debido a su apariencia externa.
⋄ Tiene un sueño profundo. Una vez se duerme de verdad, hace falta una trompeta para despertarle.
⋄ No le gusta mucho la lluvia ni la tormenta. No es que les tenga miedo, pero como es algo que utiliza para luchar son cosas que le recuerdan a estos momentos de tensión. Internamente también le recuerda a su vivencia como polizón, la cual no fue precisamente buena.
⋄ A veces le dicen estufa humana pues, aunque no pueda parecer así, tiene bastante calor corporal. Esto es un punto a favor en su amor por el contacto físico.
⋄ Su cumpleaños lo eligió él mismo porque solo sabía aproximadamente el mes en que había nacido.
(posibles modificiaciones futuras).Créditos icon inicio: PixivID 68158324

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